Francisco Soto Nieto
El juez ha de tratar de hermanar la plenitud de los saberes con la nitidez de un alma moralmente noble. Todo cultivador del derecho, todo oficiante en el templo de la justicia, ha de ser un impulsor del alza en la diaria cotización de los valores morales. La formación moral ha de hallarse emparejada con la científica. Jueces y abogados han de sentirse solidarios en el logro de una paz fundada en el derecho y en los más altos principios que lo animan.