Una de las medidas que deberían utilizarse para atajar la actual crisis económica es el control de los movimientos especulativos de capital. Sería necesario promover un impuesto que los tase, mayor control democrático de los mercados financieros y la supresión de los paraísos fiscales. Keynes ya se mostró favorable a establecer controles públicos sobre las inversiones especulativas a corto plazo, porque anteponen las ganancias privadas del inversor a la rentabilidad social que proporcionan las inversiones productivas a largo plazo.