Calificar a Franco de "genio militar" fue una de las exageraciones impulsadas por la propaganda del régimen, que quiso hacer de un mediocre militar un mítico gran general. El propio dictador fue muy habilidoso a la hora de promocionarse y hacerse propaganda. Supo suplir su escasa formación académica y su incultura con una astucia notable, siempre orientada a respaldar sus propios intereses personales costara lo que costara. Prueba de ello es que la Guerra Civil tuvo una prolongación intencionada, con el doble objetivo de imponerse al resto de los generales de su Estado Mayor, auparse como Dictador y machacar a toda una generación de jóvenes republicanos, que podría haberse opuesto a su futuro poder.