Los sectores liberales más radicales defienden enérgicamente la idea de que todos los bienes pueden ser proporcionados por el mercado, incluso la educación. Ciertamente que es así, ya que todo bien puede ser convertido en mercancía. Pero lo que está en discusión no es eso, sino si el mercado, a través de la mano invisible, puede ofrecer una educación de calidad. Este paper tiene como único objetivo aportar a este importante debate haciendo una reflexión sobre el tema, describiendo los tipos de lucro y exponiendo las condiciones que a juicio del autor serían necesarias para que el mercado pudiera contribuir a una educación de calidad a través de la libre competencia de las instituciones educacionales.