En este artículo se sintetizan las conclusiones de diversos estudios empíricos sobre los resultados cosechados por las subvenciones públicas y las bonificaciones de las cotizaciones empresariales a la seguridad social que tienen por objetivo estimular la contratación de los trabajadores que tropiezan con más dificultades para colocarse, principalmente los desempleados de larga duración. Los estudios publicados revelan que los frutos conseguidos son modestos o muy exiguos, y que resultan muy inferiores a los previstos por los cálculos econométricos más pesimistas. Ello se debe principalmente a que muchas ayudas son inútiles y, en menor medida, al costo de sustitución. Muchos beneficiarios no consiguen mejorar sus perspectivas laborales e incluso una parte de ellos pierde credibilidad profesional. Los mejores resultados se logran cuando las ayudas van unidas a una labor de formación y asesoramiento al trabajador.