Los Presupuestos Generales del Estado para 2009, aprobados por Ley 2/2008, de 23 de diciembre, se enmarcan en un contexto económico de gran complejidad e incertidumbre. En una situación de deterioro económico, persiguen combinar el rigor y austeridad del gasto con medidas necesarias para suavizar la crisis y mitigar su impacto sobre los sectores sociales más vulnerables, y al mismo tiempo, aumentar el potencial de crecimiento de la economía española. El excepcional e incierto panorama exigirá del presupuesto, como instrumento de política económica, flexibilidad para adaptarse a tales circunstancias.