El libro �Apocalípticos e integrados� (1965), de Umberto Eco ha sido con frecuencia mal entendido, sobre todo en España. Los dos conceptos enfrentados no se refieren a posiciones políticas sino a las posiciones estéticas de aquella década ante el fenómeno creciente de la influencia de los medios de masas y su incidencia en el fenómeno estético. Este fragmento o esbozo de ensayo trata de mostrar a través del cotejo de los puntos de vista sobre el arte contemporáneo de Arthur Danto y de Joseph Margolis cómo y hasta qué punto ha evolucionado la propuesta clasificatoria de Eco en estos cuarenta y tres años transcurridos, con referencias también a las peculiaridades, al respecto, de la estética hispana. La conclusión va en el sentido de que la �integración� de los medios es un hecho consumado para la estética.