Las últimas cumbres del NOAL han generado diversos documentos en los que se denuncian conceptos tales como �intervención humanitaria�, �estado fallido� o �guerra preventiva�, mientras elogia la soberanía y autodeterminación. A pesar de ello, es dudoso que mucha de la membresía de los no alineados aporte algo más que retóricas palabras. El movimiento ha denunciado el legado del colonialismo, pero no parecen proteger los derechos humanos en su propia casa. De hecho, la basta mayoría de sus miembros son estados autoritarios que han desperdiciado sus recursos, su población vive oprimida e invaden a sus vecinos. Durante la guerra fría, su admirable logro ha sido establecer una nueva forma de independencia por el oeste y el bloque comunista. Más allá de estos hechos, el NOAL ha quedado obsoleto. Su futuro, en el mejor de los casos, serán ignorados en las reuniones importantes de carácter mundial; en el peor de los casos, demostrará que ha fallado de nuevo en la lucha contra la pobreza, el hambre, la enfermedad generada por el azote de sus propias guerras.