Con objeto de alcanzar los beneficios potenciales asociados a la introducción del euro, la Comisión Europea aprobó en mayo de 1999 el Plan de Acción de los Servicios Financieros, formado por 42 medidas que pretenden la creación de un mercado financiero único en la Unión Europea. Apoyándose en la evidencia empírica disponible sobre la importancia del desarrollo financiero como factor condicionante del crecimiento económico, el objetivo final del plan es la integración de los mercados de los servicios financieros para así alcanzar elevadas tasas de crecimiento y de creación de empleo. En este contexto, el trabajo describe los objetivos y contenido del plan, así como los logros hasta ahora alcanzados y las preocupaciones existentes para su completa finalización en el 2005.