Cristina Nardi Spiller
El concepto de capitalismo y los mecanismos del sistema capitalista han sido interpretados de diferentes formas, no obstante todas las interpretaciones se centran en la dinámica de la economía. A lo largo del tiempo el sistema capitalista ha evolucionado de una forma significativa. Un mercado puede funcionar de forma efectiva sólo si se comparten los valores y si las instituciones son capaces de fomentar la solidaridad y hacer respetar reglas que aseguren el correcto funcionamiento de los sistemas competitivos. Incluso en la actualidad, estamos rodeados de ejemplos de fenómenos desconcertantes, tales como el uso abusivo o irracional de los recursos, la existencia de economías de subsistencia, la explotación de países pobres, la feroz competencia entre los poderes económicos más importantes, o la desregulación imprudente de los mercados financieros. En la persecución de la ganancia personal la mente humana continúa buscando nuevas soluciones. El uso cada vez más extendido de la tecnología de la información ha introducido cambios profundos que han transformado el concepto de capitalismo. El nuevo capitalismo, sin alterar las reglas del mercado libre, tiene que encontrar una forma más «humana», no sólo para redescubrir valores éticos sino también para asegurar su propia supervivencia.