La ampliación de la OTAN decidida en la reunión de Bucarest puede acentuar los recelos de Rusia y poner en peligro las políticas de acercamiento y entendimiento que desarrolla la Unión Europea hacia aquel país. Por ello, Europa debe ser más cauta a la hora de apoyar determinadas iniciativas de Estados Unidos que están encaminadas a fortalecer sus propios intereses de potencia hegemónica.