Rosa María Muñoz Herrera
En la vida de una persona y de una sociedad se producen a diario grandes cambios a los cuales debemos ir adaptándonos, son cambios políticos, culturales, económicos y sociales. Estos influyen directamente en la vida de cada uno de nosotros, y en ellos, los Trabajadores Sociales como profesionales del Bienestar Social debemos estar presentes.
La nueva etapa que se abre con la Constitución Española (C.E.) de 1978, posibilita una nueva configuración política y social, en donde los Servicios Sociales (SS.SS.) como área de Bienestar Social son reconocidos. Paralelamente, numerosos colectivos sociales, desde el "sentimiento de necesidad o estado de carencia" se constituten en Asociaciones y entidades sin ánimo de lucro. Tiene así lugar el modelo MIXTO de BIENESTAR SOCIAL, donde lo público y lo privado se aúnan.
Estos colectivos, desde la INICIATIVA SOCIAL emprenden el largo camino de la integración social, donde el Trabajador Social lleva a cabo un trabajo orientado a la comunidad y al colectivo afectado. Aquí es donde los Trabajadores Sociales, de nuevo, nos encontramos con la disyuntiva del valor máximo a la libertad de la persona o el logro de mayores cotas de Bienestar personal y social.