Las políticas públicas más eficaces para ser útiles a las familias españolas -para facilitar la atención a los hijos y favorecer la natalidad- comprenden las áreas de vivienda, escuelas infantiles y conciliación igualitaria de la vida laboral y familiar, donde habría que apostar de forma decidida por la ampliación de las bajas por maternidad y paternidad tras el nacimiento de cada hijo o hija. Hace más de diez años ya se alcanzaron acuerdos con amplio consenso en el Parlamento español sobre políticas positivas de apoyo a las familias, orientadas a asumir la función social de la maternidad y arbitrar fórmulas de conciliación entre hombres y mujeres y entre mujeres y poderes públicos.