En el presente trabajo analizamos, a partir de diversos relatos de vida de mujeres maltratadas que integran un grupo de autoayuda, el proceso de construcción de identidad de dichas mujeres y los elementos configurativos de la misma. La identidad es un proceso que se construye a través del discurso y de las prácticas sociales. Este tema es fundamental para comprender el fenómeno de la violencia contra la mujer, dado que el proceso de construcción de identidad se da siempre dentro de un entramado de representaciones sociales que, para el caso de la mujer maltratada, se inscribe en un largo camino histórico de desigualdad de género, fundado en el androcentrismo y sostenido desde el patriarcado. Si bien en este trabajo no pretendemos profundizar conceptualmente en la violencia familiar en general y en la violencia contra la mujer en particular, ni hacer un desarrollo teórico exhaustivo de la misma, nos parece pertinente referirnos someramente a la misma, con el fin de que el lector que por ahí no esté muy interiorizado en el tema, tenga algunos elementos que le ayuden a comprender el desarrollo del trabajo.