Henry A. Chiroque Solano
Ha transcurrido mas de una década desde la aprobación de la Convención de los Derechos del Niño en la Naciones Unidas, donde todos los países se comprometen a cambiar la cultura del menor objeto de tutela por el del niño como sujeto social de derechos y ciudadano; de jugársela por la infancia, pero aun vemos grandes brechas y desigualdades en el mundo, y sin ir muy lejos lo podemos comprobar en las principales avenidas de nuestras ciudades, en las zonas urbano marginales, en el área rural y sobre todo en la forma como tratamos a nuestros niños y adolescentes, considerándolos aun como sujetos a ser cuidados por los adultos, sin la capacidad de participar en su propio desarrollo.