La recepción de remesas se ha convertido en un fuente importante de captación de divisas para los países en desarrollo; sin embargo, como queda de manifiesto en este ensayo (con la aplicación de un modelo de vectores autorregrsivos), su contribución al incremento del bienestar de las familias ha sido mínima, ya que al ser consumidas en su mayor parte no generan efectos multiplicadores en el aparato productivo y el ahorro interno, como sí lo hacen las importaciones, con lo cual se agrava la trampa del estancamiento económico. Un mérito adicional del texto consiste en plantear propuestas para alentar el uso productivo de estos recursos finitos