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Coral del Río Otero, Olga Cantó Sánchez 
, Carlos Manuel Gradín Lago
El objetivo de este trabajo es analizar la evolución de la pobreza económica en España, tanto desde una perspectiva estática como dinámica, entre mediados de los años ochenta y mediados de los noventa, periodo todavía no suficientemente abordado en la literatura. En la vertiente estática, se muestra como tras un fuerte impulso inicial de reducción de la pobreza durante la segunda mitad de los años ochenta, éste se agota y revierte desde principios de los años noventa. La principal implicación de política económica de este hecho es el constatar el importante efecto que el ciclo económico tiene sobre los indicadores de pobreza de los hogares, debido a su fuerte vínculo con las oportunidades económicas del mercado de trabajo, en especial en los hogares con sustentadores más jóvenes. Sin embargo, también es importante constatar como el deterioro de dichos indicadores a comienzos de los noventa se adelanta algunos trimestres respecto de la fecha en que caen o se estancan los ingresos reales. El análisis dinámico, por su parte, permite comprobar en qué medida se producen variaciones en los flujos de entrada y salida de la pobreza a lo largo del periodo, contrastando si es una mayor entrada o una menor salida la que provoca un aumento en la tasa de pobreza ya que ello señalará si son las políticas de prevención sobre los colectivos vulnerables o las de promoción de los hogares pobres las que están fallando y a las que, en consecuencia, se les debe prestar mayor atención. En este sentido, el trabajo pone de relieve que mientras que en el periodo 1989-1991 se produce una importante reducción de la tasa de entrada y un incremento más atenuado de la tasa de salida. Esto implicaría que la reducción de la pobreza que obtenemos en los resultados estáticos hasta 1991 podría estar guiada más bien por reducciones en la tasa de entrada a la situación de pobreza que por incrementos en la tasa de salida y sugeriría que, durante ese periodo de ciclo económico favorable, es la protección de los hogares vulnerables más que la promoción de aquellos en situación de dificultad económica lo que reduce las tasas de pobreza. En cambio, el último periodo que va desde 1991 a 1995, y que está caracterizado por tasas de pobreza constantes o ligeramente ascendentes, vendría explicado tanto por un incremento en las tasas de entrada en la pobreza como por un importante decremento en la tasa de salida de los hogares que ya se encuentran en una situación de dificultad económica. Así, durante el proceso de crisis del inicio de los noventa los incrementos en las tasas de pobreza provienen tanto del empeoramiento en la situación económica de los hogares más vulnerables como de la falta de rutas de salida de la pobreza para los hogares que ya se encuentran en ella. Finalmente, se muestra como estas transiciones de los hogares a través de la distribución de ingresos implican un grado de movilidad importante en la medida que involucran a un elevado porcentaje de población, sin embargo, la intensidad del "salto" experimentado por los hogares parece relativamente modesto, ya que frecuentemente no sobrepasa las dos decilas en términos absolutos. En consecuencia, esto delata la existencia de un amplio colectivo de hogares económicamente vulnerables que a tenor de la evolución de sus oportunidades de ingresos pueden caer en la pobreza o promocionar hacia fuera de la misma, reflejando la debilidad de la red de seguridad de nuestro sistema de protección social para mantenerlos permanentemente fuera
