La era Putin se prolonga con la victoria de su segundo, Dmitri Medveded, en las pasadas elecciones de marzo. Rusia necesitaba un líder que se identificara con la recuperación del país, y ese no es otro que Vladimir Putin, tanto como primer ministro que como presidente. Durante su etapa de gobierno se ha recuperado cierto orden y ha mejorado la economía -produciéndose un aumento en el nivel de vida de la población-, pero sería necesario analizar el modelo de democracia que se está asentando en Rusia -con una notable concentración de poder en torno a la figura de Vladimir Putin- y dilucidar si el crecimiento económico se está logrando a costa de sacrificios en la libertad y el pluralismo.