Recientemente, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en la Sentencia de 2 de octubre del 2001, caso Hatton y otros c. Reino Unido, ha consolidado la Jurisprudencia mantenida en la Sentencia de 9 de diciembre de 1994, asunto López Ostra contra España, condenando a un Estado parte del Convenio -Reino Unido- por un supuesto de contaminación acústica, en concreto los ruidos derivados de las aeronaves que operan en el aeropuerto de Heathrow, al considerar que la política permisiva mantenida por las Autoridades competentes supone una injerencia ilegítima del artículo 8 del Convenio, esto es, del derecho de los ciudadanos que viven en las inmediaciones del aeropuerto al pleno disfrute de su vida privada y familiar, así como el de su domicilio.