Las variables ambientales están empezando a ser seriamente consideradas en los procesos de elaboración de las estrategias empresariales. La aparición y evolución de los conceptos de «desarrollo sostenible», «ecoeficiencia», «triple bottom» y «próxima revolución industrial», y su amplia aceptación en la Cumbre de Rio de Janeiro y en la de Johannesburgo, están modificando substancialmente el peso de determinadas variables ambientales en el entorno en que se mueven las empresas. Hasta ahora las variables más afectadas han sido la energía, el uso de determinados materiales y la gestión de los residuos. A corto plazo lo serán la construcción y el transporte. Dado que la influencia de estas variables es hasta cierto punto predecible, parece evidente que deben ser incorporadas en los procesos de elaboración de estrategias. Para lograr dicha incorporación no es suficiente con los sistemas integrados de gestión, incorporados o no en las normas ISO o EMAS, sino que es preciso que sean contemplados dentro del máximo órgano de gobierno de las empresas. Con esta finalidad se están desarrollando diversos trabajos y códigos de comportamiento empresarial.