La sostenibilidad no es un concepto nuevo, pero el interés que está despertando en el público exige a los analistas de proyectos que presten una mayor atención a la interrelación entre los tres pilares -económico, medio-ambiental y de aceptación social- del desarrollo sostenible, y que amplíen su campo de visión entre sectores y a lo largo del tiempo. Esto implica cambios en los procedimientos. Los analistas deben estar en condiciones de rechazar las propuestas insostenibles y de hacer un seguimiento de los proyectos, incluso de aquéllos que ya están funcionando. Estos requisitos implican la revisión del principio de «análisis del proyecto» como un sistema cerrado.