Unos rasgos peculiares de la sociedad gaditana que Solís atribuye a su origen burgués y nosotros a esa forja que, día tras día, tenía lugar en las aulas del Colegio de Santiago a loas que venían acudiendo, durante dos siglos, niños de "todas las esferas sociales".
Un éxito educativo que justo es le sea reconocido a la labor docente llevada a cabo por los padres jesuitas en Cádiz, un éxito que, sin forzar los datos de la Historia, nos permite afirmar que si el Comercio hizo de Cádiz la "Feria del mundo", fue su Colegio de Santiago el que hizo de Cádiz un Pueblo