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Francisco Javier Urra González
En un periodo relativamente breve, España ha pasado de ser un país receptor de ayuda a convertirse en el octavo donante mundial de ayuda oficial al desarrollo, en sintonía con su posición como octava economía internacional. Pese a crecimientos anuales del 20 por cien en la ayuda al desarrollo, la política de cooperación española es poco eficiente. El aumento de los recursos destinados a la cooperación se enfrenta a un modelo institucional obsoleto y a la ausencia de un enfoque estratégico.
