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Se analiza la relación entre el gasto educativo y la provisión real de educación. Al revisar la legislación educativa se encontró que el gasto educativo tiene, como un elemento central, objetivos redistributivos. Se utiliza un modelo de grupos de presión para encontrar los determinantes del gasto público en educación básica, el cual permite evaluar en qué medida se cumplen los objetivos distributivos. El modelo se estima para México utilizando información a nivel estatal. Los resultados indican que el principal criterio para asignar el gasto federal en educación básica entre los estados es el número de maestros contratados en cada uno. No se encontró evidencia de una distribución de recursos en favor de los estados pobres o con bajos niveles educativos. Finalmente, se observa que los estados con menores tasas de analfabetismo dedican más recursos propios a la educación básica que los que tienen mayores tasas de analfabetismo.
