El impacto de la regulación sobre la productividad es un tema de creciente interés en las últimas décadas debido a que algunos autores sugieren que la proliferación de normas puede ser la responsable de la reducción del ritmo de crecimiento de algunas economías occidentales. La regulación (como otros instrumentos públicos) tiene importantes efectos que pueden ser benévolos o dañinos. Una regulación justificada y bien diseñada puede proteger a los consumidores de productos perjudiciales, también puede limitar la contaminación, aumentar la seguridad en el trabajo, y contribuir de muchas otras formas a la salud, seguridad y a una sociedad mucho más productiva y equitativa. Por el contrario, un número excesivo de normas o mal diseñadas puede causar confusión y retrasos, un aumento no razonable de los costes de cumplimiento en términos de inversiones de capital, mano de obra y continuo papeleo administrativo, retardos en la innovación, disminuciones de la productividad, y accidentalmente distorsiones en los incentivos privados. El objetivo del trabajo que proponemos es estudiar los posibles efectos que sobre el crecimiento y la productividad de las Comunidades Autónomas españolas ha podido tener la actividad normativa que estas han realizado en la última década (1989-2001).