Uno de los pilares del Derecho penal actual es el principio de proporcionalidad y adaptación de la pena concreta que se ha de imponer a las circunstancias personales del comportamiento realizado por quien resulte condenado por un hecho delictivo. Esto hace que únicamente el órgano competente, tras una investigación, podrá dar lugar a la determinación de la pena específica.