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Carlos Sánchez Muñoz
La puesta en circulación de los billetes y monedas denominados en euros en la Unión Monetaria Europea ha traído cambios significativos en numerosas facetas de nuestra vida diaria. Desde el establecimiento de los tipos de cambio fijos e irrevocables, en enero de 1999, el euro había sido ya adoptado como moneda nocional de publicación. Por ello, el mayor desafío desde el punto de vista de las estadísticas agregadas de la eurozona lo ha constituido el trata-miento estadístico en sí de las tenencias de billetes euro por parte de residentes en países no pertenecientes a la Unión Monetaria Europea, con implicaciones no sólo a nivel de estadísticas exteriores, sino también en cuanto a los agregados monetarios de la zona euro. La cuantificación del deterioro que puede producirse en algunas rúbricas concretas de la balanza de pagos (tanto a nivel agregado, como por países) resulta muy difícil de precisar a estas alturas, si bien su magnitud dependerá de la importancia de esas rúbricas (tales como el turismo o las remesas de emigrantes) en la balanza de pagos de cada Estado miembro.
