El actual entorno empresarial plantea a muchas organizaciones financieras el desafío de reforzar sus controles internos y, al mismo tiempo, servir de base para cumplir los requisitos impuestos por la legislación. No obstante, los directivos financieros no deben perder el enfoque con respecto a cuál es su verdadero objetivo: poner en práctica procesos financieros eficientes que proporcionen resultados exactos.