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Claude Turmes
El sector de la energía ha adquirido en la actualidad un renovado interés, a causa de una diferente percepción de los riesgos inherentes al abastecimiento energético: riesgo medioambiental (sobre todo climático), seguridad y el riesgo económico de una excesiva volatilidad de los precios. Estos tres campos de acción de la Política Europea de la Energía han pasado, pues, a estar más que nunca de actualidad, aunque se hubieran definido hace mucho tiempo, en una época donde, paradójicamente, la energía era barata. Pero esta época ha pasado: los precios de la energía ya no volverán a bajar sustancialmente nunca más, ya que la escasez de petróleo y de gases es hoy una realidad a medio plazo. Por tanto, la Política Europea de la Energía está en plena refundición, ya que la Unión Europea no puede seguir haciendo más una política del avestruz: sólo un replanteamiento de las prioridades permitirá afrontar los retos del sector energético y, con ello, de la sociedad, de aquí a 30 años.
