El siglo XXI impone al bibliotecario grandes retos como consecuencia del desarrollo de nuevas tecnologías y la incorporación a diversos escenarios donde la información asume formas que van más allá de los productos y servicios tradicionales de una biblioteca. Se realiza una panorámica de los cambios que han marcado el tránsito hacia un paradigma diferente para la actividad científica-informativa. Se analiza la necesidad de desarrollar nuevas capacidades y conocimientos entre los bibliotecarios como parte de un proceso de alfabetización informacional. Se establecen las diferencias entre el modelo del bibliotecario tradicional y el modelo del bibliotecario gestor. Asimismo se describen algunas de las competencias profesionales que deben desarrollar los bibliotecarios para asumir las nuevas funciones que le impone la sociedad de la información.