Tres aspectos son fundamentales para una reforma limpia del sector eléctrico. El primero se refiere a la importancia de conservar y cuidar el ambiente, para lo cual se requiere un explotación óptima de los recursos no renovables en función de sus beneficios para la comunidad; el segundo parte del análisis de las condiciones institucionales y las redes de conocimiento necesarias para que las energías renovables sean factibles desde las perspectivas económica y tecnológica, y el tercero plantea la conveniencia de aprovechar los instrumentos de cooperación internacional para mitigar el cambio climático.