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En los de Asia y el Pacífico, al igual que en otros países en desarrollo, el continuo aumento de la población de ancianos ejerce en general gran impacto sobre los programas de seguridad social y, en particular, sobre la seguridad de los ingresos de las personas de edad. En las sociedades donde se está produciendo la ruptura de los sistemas de apoyo tradicionales, su necesidad de protección ofrecida por la seguridad social es cada vez mayor. En casi todos los países de la región existe un sistema de seguridad social. En muchos se trata de regímenes de fondos de previsión, que son primordialmente de ahorro y escasa cobertura. Allí donde hay regímenes de seguro social, los niveles de las pensiones otorgadas también son bajos. Por consiguiente, con miras a un desarrollo futuro, será preciso centrar la atención en convertir los regímenes de ahorro en planes previsionales de pilares múltiples, extender su cobertura y elevar la cuantía de las prestaciones. En este orden de cosas, la cuestión de decisiva importancia es el papel que le toca desempeñar al Estado y el tipo de los regímenes que se utilizarán. La necesidad de regímenes públicos de pensiones es grande en Asia y el Pacífico, donde el grado de pobreza es comparativamente alto. La constitución de regímenes de pensiones, públicos o privados, implica una serie de problemas que deben abordarse. En este artículo se consideran los sistemas instituidos actualmente así como los desafíos y restricciones que habrá que enfrentar cuando se tenga en vista la evolución futura de la seguridad social en esta región.
