Daniel Toscani Giménez
La evaluación de riesgos, el proceso dirigido a calcular la magnitud de los riesgos que no han podido evitarse, permitirá a la empresa poder efectuar una elección adecuada de los equipos de trabajo, así como el acondicionamiento y la organización del lugar de trabajo. Además, sirve para comprobar si las medidas preventivas son las adecuadas, establecer prioridades -en caso de que sea necesario adoptar nuevas como consecuencia de la evaluación- y verificar, a su vez, que éstas garantizan una mayor protección. También es un instrumento valioso que proporciona la información necesaria a la autoridad laboral y a los representantes legales para valorar los riesgos existentes. Sin embargo, la normativa deja sin resolver de forma precisa algunos flecos como cuándo, quién y cómo se debe llevar a cabo esta obligación legal.