El arraigo del cooperativismo en el tejido castellano-manchego ha contribuido a facilitar el tránsito de una agricultura tradicional a una agricultura más moderna, que constituye en la actualidad la seña de identidad de la industria agroalimentaria de Castilla-La Mancha.
En este artículo se presenta el Plan Estratégico del Cooperativismo en 2007 y su misión, que no es otra que la de mejorar la calidad de vida de los agricultores y ganaderos, promoviendo la transición del modelo tradicional hacia un modelo cooperativo-empresarial competitivo; asegurando la continuidad de la agricultura a través del desarrollo territorial y promoviendo un cambio cultural.