Transcurridos casi dos años desde los referendos en Francia y en los Países Bajos, la Unión Europea (UE) continúa inmersa en un estado de confusión y ha llegado la hora de enfrentarse cara a cara al tema de la constitución. En los próximos meses tendremos que intentar encontrar una salida del laberinto constitucional en el que estamos actualmente inmersos.