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La discusión económica respecto a la política fiscal futura, frecuentemente hace referencia al crecimiento del gasto en atención médica como una importante fuente de preocupación. El crecimiento del gasto en atención sanitaria se asocia generalmente a los avances tecnológicos y a la expansión de la demanda, sobre todo en el caso de la población de más edad. En este contexto, los gastos de atención clínico-médica pueden considerarse como una carga creciente que inevitablemente va en contra de la prudencia fiscal, ya que posiblemente demora el desarrollo socioeconómico. Este artículo argumenta que esta posición es exagerada porque parte de conceptos simplistas que suponen que el envejecimiento y la atención médica son un coste.
Dichos conceptos están equivocados, ya que se basan parcialmente en la mercantilización de la atención. El artículo responde frente a esta concepción indicando que se trata de una visión de la atención simplista e inadecuada, proponiendo como alternativa una concepción en la que se enfatice la atención clínico-médica como algo profundamente relacional. Se requiere con urgencia un mayor conocimiento de tales consideraciones a la hora de desarrollar el discurso económico sobre la política fiscal.
