Las Organizaciones No Gubernamentales se han convertido en actores sustanciales en las relaciones internacionales, recayendo sobre ellas buena parte de las acciones de distribución de las ayudas humanitarias y al desarrollo. Cualquier ámbito de la acción política, nacional o internacional, tiene su grupo de ONGs, llegando incluso a proponer tratados y convenciones que, en ocasiones, han marcado la agenda internacional, aunque no pueden ni deben sustituir a los partidos políticos o a los gobiernos, porque no cuentan con el control y la legitimidad democrática de estar sometidas al voto de un parlamento nacional.