El presidente Bush mantiene sus posiciones belicistas en Oriente Medio. Tras perder la mayoría en el Senado y en el Congreso en las elecciones legislativas de noviembre de 2006, su respuesta ha sido mandar más soldados a Iraq y aumentar la presión sobre Irán. Todo apunta a que las tesis más belicistas son las que triunfan en el seno de la Administración Bush y del Partido Republicano, que lejos de considerar opciones más moderadas están llevando a cabo serios preparativos para realizar un ataque militar contra Irán.