David Martínez Iñigo
Aunque todavía persisten grandes carencias en el ámbito de la prevención de los riesgos laborales de naturaleza psicosocial, en la actualidad se tiene un reconocimiento formal de su relevancia; y también de su importancia desde el punto de vista de la salud y de la competitividad. Sin embargo, desde una perspectiva psicosocial se ha descuidado un aspecto central: las demandas emocionales asociadas al rol laboral. Tradicionalmente, se ha considerado a las emociones como una consecuancia de la exposición a factores de riesgo. Cada vez más estudiosos demuestran la necesidad de regular las emociones en el trabajo.