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La clase campesina polaca ha tenido un ideal político propio: el agrarismo. Los teóricos del agrarismo se declararon en favor de una solución "más allá del capitalismo y del comunismo", en pro de una tercera solución. En 1939, 15.000 grandes propietarios poseían el 50 por 100 del territorio forestal polaco y el 43 por 100 de las tierras laborales; el resto de la propiedad era de unos cuatro millones de campesinos, cuyas explotaciones no pasaban frecuentemente de las dos hectáreas. Las reformas agrarias del Gobierno de Varsovia se escalonaban en dos etapas: creación de una democracia agraria y decisión de una evolución hacia el colectivismo agrario. El mejoramiento en la eficiencia de la agricultura polaca debe ser el resultado no tanto de tolerar la agricultura privada como de la adopción de medidas más inteligentes que en el pasado. Para ello los planificadores polacos han producido una de las ideas más originales en la historia del comunismo: los círculos agrícolas. El círculo agrícola es una organización socio-económica voluntaria y abierta, agrupando a los campesinos con vistas al desenvolvimiento y al mejoramiento de la producción agrícola por la coordinación de los esfuerzo a individuales, por la ayuda recíproca y por la colaboración.
