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En este trabajo se aborda el examen de la adecuación de distintos tipos de empresa agraria al desarrollo socio rural, y se refiere a la situación y potencialidades del medio minifundista castellano. Partiendo del supuesto de que dicho desarrollo ha de orientarse en el sentido de las aspiraciones de la población, y considerando que éstas, en la actualidad, tienen corno meta las pautas de la vida urbana, se discuten, en primer lugar, las limitaciones que implica el modelo de empresa familiar respecto a dicha meta, en cuanto que contribuye a la permanencia de la situación tradicional. En segundo lugar, se analizan las posibilidades de la empresa asociativa, proponiéndose que en su promoción en el medio castellano se dé preferencia a las actividades ganaderas. Por último, se sugiere un modelo nuevo de empresa de promoción pública, que se constituiría tomando como base el capital y el trabajo de pequeños agricultores y, como complemento, una aportación estatal en capital y asistencia.
