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El trabajo describe, en primer lugar, la situación española actual en lo relativo a los establecimientos comerciales del tipo "gran detallista", con su influencia ya palpable en la aparición de centrales de distribución que actúan como canales paralelos a los mercados municipales clásicos. Se pasa a continuación a analizar el papel del agricultor como proveedor de los grandes distribuidores detallistas, especialmente en productos hortofrutícolas y carnes. Posteriormente, el trabajo investiga los cambios potenciales necesarios en la comercialización agraria ante el proceso de distribución comercial; para ello se entrevistan comerciantes detallistas y agricultores, en número de 115, así como a los mayoristas y grandes cadenas ya citadas anteriormente. Las grandes cadenas han indicado los cambios necesarios en la estructura comercial y productiva de los agricultores (asociacionismo, regularidad de entregas, rigor contractual, etc.) y estos últimos se han mostrado favorables hacia formas definidas de enlace con las Centrales de distribución que actúan como canales paralelos.
