El concepto y los valores del internacionalismo -que ha sufrido crisis graves y ha tenido que soportar cambios profundos desde su proclamación como una de las banderas de las fuerzas progresistas- se ve hoy desafiado por los hechos derivados de la situación internacional creada tras la Guerra Fría y la expansión de la globalización. La determinación de su alcance y contenido actual es fundamental para las fuerzas progresistas, y en especial para las socialdemócratas, y constituye una de sus tareas teóricas y de acción política más importantes en la actualidad.