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Europa occidental constituye el principal mercado para los frutos secos susceptibles de ser producidos en los países mediterráneos: almendro, avellano, nuez, pistacho y pacana. El nivel de demanda ha sido creciente en los últimos años, mientras la producción europea no ha seguido globalmente el mismo ritmo. Paralelamente, los EE.UU. de América ha pasado a convertirse en el principal proveedor de frutos secos del mercado europeo. La fruticultura europea se ha desarrollado básicamente en zona húmeda o en regadío. Algunas de las especies de frutos secos son, en cambio, susceptibles de cultivo en condiciones de mayor aridez por lo que pueden suponer alternativas de futuro en amplias áreas de los países mediterráneos. Por ello, y por el potencial de demanda en Europa, las posibilidades de desarrollo del cultivo de frutales para producción de fruto seco en estos países son elevados. La posición española puede mejorar con la adhesión a la CEE. Para España se propone la conveniencia de un rápido impulso al cultivo del nogal así como las acciones de investigación agraria orientadas a la mejora del almendro y avellano y a la introducción del cultivo del pistachero.
