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José Miguel Hernández
La historia de la planificación hidrológica en España discurre en paralelo con la de la política hidráulica, que es, por su propia naturaleza, una política "instrumental", al servicio de la planificación socio-económica, de la ordenación territorial y de la conservación y protección del propio recurso y del medio ambiente. Sin embargo, dicha política ha sido, a veces, entendida no como un instrumento, sino como un fin en sí misma, de lo que se ha derivado la confusión de la planificación hidrológica con la simple programación de obras hidráulicas, que es únicamente una consecuencia de aquélla. La Ley de Aguas de 1985 al darle plena naturaleza jurídica aclara, al fin, dicho concepto.
