La banca privada estará siempre marcado por la constante evolución de las necesidades de los clientes y una adaptación (o mejor anticipación) de una oferta cada vez más compleja y completa por parte de las instituciones. Tres elementos exógenos condicionan el mercado: el crecimiento económico, la legislación financiera y fiscal, y la competencia nacional e internacional. es, por encima de todo, una banca de servicio y de atención al cliente y éste ha de ser el centro y el foco de la estrategia de las entidades del sector.