La aparición de Internet y el desarrollo de las nuevas tecnologías de la información y comunicación, en base a un crecimiento sin precedentes, ha generado enormes expectativas y provocado grandes cambios, dando lugar a la denominada nueva sociedad de la información. Se considera como un nuevo paradigma social que ofrece una gran oportunidad, en la medida que la mayoría de las personas se encuentren conectadas a través de cualquier dispositivo electrónico a los sistemas de telecomunicaciones, y más concretamente a Internet, la red de redes (Banegas, 2001). Esta situación potencia de una manera casi ilimitada la posibilidad de disponer de información, y lo que aún es más importante, compartir el conocimiento. Dicha posibilidad afecta a todos los ámbitos, tanto social como económico, convirtiéndose en la expresión suma de la globalización, de toda modernidad y de todo progreso (Suárez, 2001). Al hilo de lo comentado anteriormente, también las empresas evolucionarán, en este sentido, a través de diferentes estadios creados por Internet (Laso e Iglesias, 2002).