David M. Gallagher
El último libro de Joaquín Fermandois es en el fondo una historia política, económica y social de Chile entre 1900 y 2004, con una buena introducción que resume la herencia de la colonia y del siglo diecinueve. Esta historia está enfocada desde el punto de vista de la relación de Chile con otros países. Fermandois demuestra cómo Chile, a pesar de su aparente distancia y aislamiento, es una parte integral del mundo. Su economía, incluso en los períodos en que se intenta cerrarla relativamente, depende de los vaivenes de la economía internacional: como toda economía, se podría agregar, salvo que en el caso de la chilena la dependencia (valga la palabra sin connotaciones peyorativas cepalianas) es más aguda por ser Chile un país de mercado chico y de ventajas comparativas excepcionales para producir productos estelares de exportación, productos que dependen de la demanda internacional.