El primer año de las negociaciones para el ingreso de Turquía en la Unión Europea no ha ido bien. El principal escollo es el punto muerto al que se ha llegado en torno a la cuestión de Chipre, pero también existen otros problemas como la libertad de prensa y de religión. Por otro lado, entre la opinión pública general de la UE-25 existe una oposición cada vez mayor a que Turquía ingrese en la Unión, y los propios turcos se muestran ya menos entusiastas ante la idea de ese ingreso.