El presente artículo caracteriza los aspectos propios al barrio, entendido como un espacio público, territorial, fragmentado de la ciudad, que genera su dinámica a partir de la proximidad en las prácticas sociales, culturales y de convivencia cotidianas, pero, al mismo tiempo, su composición no uniforme y el peso identitario dan lugar a situaciones de conflicto, segregación y no aceptación de nuevas fragmentaciones.